El Consejo Europeo de Fabricantes Solares (ESMC) también pide ayuda a la UE
El Consejo Europeo de Fabricantes Solares (ESMC) afirma que la producción nacional de módulos solares cayó de 9 GW en 2022 a 1 GW este año, con una producción ahora casi paralizada.
Siguiendo los pasos dados por SolarPower Europe, el ESMCouncil también ha enviado una carta a la Comisión Europea pidiendo medidas rápidas para preservar la industria solar en Europa y protegerla de una segunda ola de insolvencias. La encuesta de ESMC a 15 fabricantes fotovoltaicos europeos reveló que la producción de módulos solares se redujo de 9 GW a 1 GW interanual a finales de agosto. SolarPower Europe señaló que los fabricantes se enfrentan a retos adicionales debido a una ralentización temporal del mercado fotovoltaico europeo en el tercer trimestre, influida por la inflación y el aumento de los cuellos de botella en las conexiones a la red y la aprobación de proyectos.
La ESMC tomó nota de la crítica situación para los fabricantes y pidió un rápido apoyo de la Comisión de la UE, incluyendo opciones como el marco TCTF, la Ley Industrial Net Zero y medidas estrictas contra los productos vinculados al trabajo forzoso. El llamamiento ha sido respaldado por unos 40 fabricantes de toda la cadena de valor fotovoltaica, así como por las organizaciones ESMC, PV Thin e ISC Konstanz.
La ESMC prevé que este año se importen unos 120 GW de módulos solares en Europa, lo que supondría duplicar la demanda en el continente. La asociación destaca el dilema al que se enfrentan los fabricantes europeos: Persistir con la producción cerrada y el riesgo de quiebra o buscar refugio en regiones como Estados Unidos, donde la industria fotovoltaica goza de ayudas como el crédito fiscal a la inversión (IRA).
Mist Cargada Eléctricamente podría Ayudar a Capturar Carbono de Centrales Eléctricas
Un avance revolucionario en la tecnología de captura de carbono podría representar un gran ahorro de costos para las centrales eléctricas. Este innovador diseño se basa en la reacción entre el dióxido de carbono (CO2) presente en los gases de combustión y una fina neblina de partículas cargadas eléctricamente.
El alto costo asociado con la captura y almacenamiento de carbono ha sido una barrera significativa para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en las centrales eléctricas. Sin embargo, esta nueva tecnología promete cambiar el juego al ofrecer una solución más rentable.
El proceso se basa en la interacción entre las partículas finamente dispersas, cargadas eléctricamente, y el CO2 presente en los gases de escape de las centrales eléctricas. Esta interacción química permite que el CO2 se absorba de manera más eficiente, lo que facilita su posterior almacenamiento o reutilización.
Los expertos creen que esta innovación podría reducir significativamente los costos de captura de carbono en las instalaciones de generación de energía, allanando el camino para una transición más rápida hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. Si bien aún se requiere investigación adicional y pruebas a gran escala, esta tecnología representa un paso importante hacia un futuro más limpio y ecológico en la producción de energía.
El avance ha generado entusiasmo en la comunidad científica y en la industria de la energía, ya que podría ser un catalizador clave para abordar el cambio climático y reducir las emisiones de carbono en todo el mundo. Esta noticia marca un hito importante en la búsqueda de soluciones más accesibles y efectivas para combatir el cambio climático, y plantea nuevas esperanzas para un futuro más sostenible en la generación de energía.
Las eléctricas abren una guerra de ofertas por el boom del autoconsumo
Endesa y Naturgy plantan cara a Iberdrola y Repsol y se lanzan a captar clientes con ‘baterías virtuales’ que ofrecen ahorros superiores a la compensación de los excedentes fijados por ley.
Las grandes eléctricas entran de lleno en una batalla de ofertas comerciales para captar clientes en pleno boom del autoconsumo. Endesa y Naturgy siguen a otros grandes grupos como Iberdrola y Repsol y ofrecen a hogares y empresas nuevas tarifas con ‘baterías virtuales’, que permiten a los consumidores guardar las compensaciones que reciben por la electricidad que no consumen y vierten a la red para ahorrar en futuras facturas o incluso en los recibos de luz de segundas residencias.
Además de producir electricidad para cubrir parte del consumo de la vivienda o de la empresa en que se colocan los panes solares, estas instalaciones también pueden inyectar parte de su producción a la red eléctrica y ser compensados por ello rebajando el precio de la electricidad consumida de la red. La regulación de esta compensación de excedentes más habitual sólo permite reducir la factura del cliente por el mismo importe que la casa o la empresa ha consumido ese mes, impidiendo recibir ingresos extra.
Las ‘baterías virtuales’ que ofrecen las compañías eléctricas a los clientes con autoconsumo sortean esos límites y permiten guardar en una suerte de hucha las compensaciones superiores a las fijadas por ley, utilizando ese saldo en futuras facturas aplicando descuentos diferidos. Endesa ha sido la última de las grandes eléctricas en lanzarse a este tipo de ofertas para seguir sumando clientes de autoconsumo en plena expansión del negocio con una tarifa específica recién estrenada y que se puede suscribir sin ningún coste extra.
Expansión del autoconsumo
España se ha embarcado en una expansión histórica del autoconsumo eléctrico. El boom del sector hizo que el año pasado se instalara en el mercado español casi tanto autoconsumo fotovoltaico como en toda la historia anterior. En un 2022 de récord la presencia del autoconsumo se duplicó tanto en número de instalaciones como en potencia acumulada, con una expansión desbocada tanto en viviendas como en empresas impulsada por los altísimos precios de la electricidad y por las subvenciones repartidas con cargo a los fondos europeos.
El crecimiento desbordado ha hecho que en España ya haya más de 298.000 viviendas y 54.000 empresas con placas solares y que producen todo o parte de la electricidad que consumen para abaratar su factura de luz en plena crisis. Tras el acelerón de 2022, el sector de las renovables reconoce que este año el despliegue de nuevas instalaciones ha empezado a ralentizarse por la moderación de los precios de la electricidad y por el parón de las ayudas públicas a la espera de la aprobación de nuevas inyecciones de fondos europeos.