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Píldoras Informativas – 08 de septiembre

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El aumento del precio del polisilicio ejerce presión sobre los fabricantes de módulos solares

      

En un anuncio reciente de la Asociación de la Industria de Silicio de China, se han revelado los últimos precios de la polisilicio de calidad solar, enviando ondas de choque a través de la cadena de suministro solar.

Los precios han experimentado su octavo aumento consecutivo desde julio, con el polisilicio de tipo N liderando las cifras más altas. El polisilicio de tipo N ahora se cotiza entre 90 y 99 yuanes por kilogramo, con un promedio de 92,3 yuanes por kilogramo, marcando un aumento semanal del 1,10%. La recarga de polisilicio le sigue de cerca, con precios que oscilan entre 78 y 86 yuanes por kilogramo, con un promedio de 82,2 yuanes por kilogramo, reflejando un aumento semanal del 1,36%. El polisilicio destinado a módulos mono y multicristalinos también está en aumento, con un promedio de 79,9 y 77 yuanes por kilogramo, respectivamente, con aumentos semanales del 0,88% y el 0,92%.

Este marca el octavo aumento general en los precios del polisilicio desde julio, con el polisilicio de tipo N experimentando su décimo aumento de precio consecutivo. Para algunas empresas, sus precios de oferta se acercan a este límite, dejando poco margen para reducir aún más los costos. Para lograr precios más bajos, necesitarían extender sus medidas de reducción de costos a procesos aguas arriba, como las obleas de silicio, lo que conlleva riesgos adicionales.

Sin embargo, Solarbe Consulting sugiere que, aunque el suministro de polisilicio aguas arriba está aumentando, los envíos de módulos y la capacidad de instalación nueva en el tercer trimestre en China pueden quedar por debajo de las expectativas del mercado. Esto podría llevar a una disminución en la producción de módulos en septiembre, lo que podría afectar los precios en toda la industria.

Las revolucionarias 'placas solares' que generan electricidad a partir de las gotas de lluvia

     

Científicos chinos desarrollan una tecnología capaz de generar 200 W por metro cuadrado inspirada en el funcionamiento de los paneles fotovoltaicos.

Detrás de este avance están los nanogeneradores triboeléctricos (conocidos como TENG), que existen desde hace años y aprovechan la electricidad estática creada a partir de la fricción de dos materiales que se rozan. Sus aplicaciones prácticas para la captación de energía a partir del movimiento o de las vibraciones ya se estudian en la ropa o las pantallas táctiles, pero también existe una versión que se beneficia del contacto entre un sólido y un líquido, como sucede cuando una gota de lluvia impacta en una superficie. Sin embargo, esta tecnología todavía tiene dificultades para su desarrollo y producción a gran escala, justo lo que los científicos chinos están tratando de resolver.

Esta versión a pequeña escala de la energía hidroeléctrica aprovecha la energía cinética del agua en vez del movimiento para producir electricidad. Puede ser una fuente de energía limpia y renovable, con especial potencial en zonas de frecuentes precipitaciones, pero sus limitaciones están lastrando su despliegue como una alternativa realmente viable a la eólica o la fotovoltaica.

 

‘Avance significativo’: Esta nueva batería de sal marina tiene 4 veces la capacidad del litio

     

El litio, el componente principal en la mayoría de las baterías eléctricas, puede ser costoso de extraer. Pero los investigadores han logrado un avance con las baterías alternativas de 'sal fundida'.

Tus dispositivos electrónicos podrían pronto funcionar con una batería de sal marina ultra barata. Los investigadores han creado una nueva batería económica con cuatro veces la capacidad de almacenamiento de energía del litio. Construida a partir de sodio-azufre, un tipo de sal fundida que se puede obtener a partir del agua de mar, la batería es de bajo costo y más amigable con el medio ambiente que las opciones existentes.

A medida que el clima se calienta, existe una necesidad urgente de cambiar a fuentes de energía renovable como la eólica y la solar. Sin embargo, las energías renovables no son siempre tan consistentes como otras fuentes, lo que significa que se necesitan baterías para almacenar esta electricidad para su uso posterior. Muchas baterías están construidas con metales de tierras raras como el litio, el grafito y el cobalto. Para lograr la neutralidad climática, la UE requerirá 18 veces más litio de lo que usa actualmente para 2030 y casi 60 veces más para 2050. Pero estos metales tienen un costo. La extracción de litio puede provocar escasez de agua, pérdida de biodiversidad, daño a las funciones del ecosistema y degradación del suelo. Cuando el metal se produce utilizando estanques de evaporación, por ejemplo, se necesitan aproximadamente 2.2 millones de litros para producir una tonelada métrica.

Debido a que la sal marina está en todas partes, podría proporcionar una alternativa escalable a las baterías de iones de litio. “Cuando el sol no brilla y la brisa no sopla, necesitamos soluciones de almacenamiento de alta calidad que no sean costosas y que sean fácilmente accesibles a nivel local o regional,” dijo el Dr. Zhao. “Las soluciones de almacenamiento fabricadas utilizando recursos abundantes como el sodio, que se puede obtener a partir del agua de mar, también tienen el potencial de garantizar una mayor seguridad energética de manera más amplia y permitir que más países se unan al cambio hacia la descarbonización.”

 

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